CÁNCER DE MAMA TRIPLE NEGATIVO
El cáncer de mama triple negativo representa alrededor del 10 a 15% de los cánceres de mama. Es un cáncer más agresivo que los demás y afecta preferentemente a mujeres de menos de 40 años premenopáusicas. Es algo más frecuente en mujeres asiáticas o de origen africano. En ciertos casos se trata de una forma hereditaria de cáncer de mama
¿QUE ES EL CÁNCER DE MAMA TRIPLE NEGATIVO?
Los cáncer de mama triple negativo se caracterizan porque las células que lo componen no expresan (no tienen) receptores hormonales para el estrógeno y la progesterona y tampoco tienen sobre expression del factor de crecimiento HER-2.
Es decir, no pueden ser controlados por moléculas normales (hormonas) ni anormales (HER-2).
Esto lo transforma en un cáncer “malo”, con alto riesgo de hacer metástasis precoces y de responder pobremente a la radioterapia, por lo que su pronóstico es peor que el de otros cánceres.
Su vía de diseminación es preferentemente por vía sanguínea y por eso da metástasis especialmente al hígado y al pulmón.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?
Como en todos los cánceres, el diagnóstico preliminar se hace con los sintomas, el examen de las mamas y la mamografía. En ocasiones se requiere ademas ecografía o resonancia. Pero el diagnóstico definitivo se hace con la biopsia, en la cual se busca los tres elementos que caracteriza a esta enfermedad: el receptor de estrógenos, el receptor de progesterona y los receptores de la proteína Her-2.
La ausencia de respuesta de estos tres receptores es lo que caracteriza al cáncer de mama triple negativo.
¿CÓMO SE TRATA?
El tratamiento del cáncer de mama triple negativo se basa en tres pilares: la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. Dada la agresividad de la enfermedad, en muchas ocasiones debe realizarse una quimioterapia antes de la cirugía.
Cuando el cáncer de mama ocurre en una paciente con un patrón de alto riesgo demostrado con estudios genéticos, en ocasiones debe tratarse también la mama sana de forma preventiva.
¿QUÉ SE HACE DESPUÉS DEL TRATAMIENTO?
Como existe alta probabilidad de recidiva, los controles regulares son extremadamente importantes en los primeros 5 años.